Tras tres días de deliberación, el Tribunal de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) anunciará este martes el dictamen en el caso Metástasis, que destapa una trama de corrupción que involucra al sistema judicial, carcelario y policial, operando bajo infiltraciones y sobornos del narcotráfico.
Entre los 21 procesados que recibirán sentencia se encuentran figuras clave como el expresidente del Consejo de la Judicatura, Wilman Terán, el exdirector del SNAI, Pablo Ramírez, y la excomisionada de Pacificación Carcelaria, Claudia Garzón.
El Ministerio Público presentó pruebas contundentes en los últimos meses y solicitó una condena de nueve años y cuatro meses para el exjuez del Consejo de la Judicatura, acusado de participar en una red de delincuencia organizada.La jueza Mercedes Caicedo y otros magistrados están ultimando los detalles del veredicto, que determinará el grado de culpabilidad de cada acusado.
En el caso de Wilman Terán, la Fiscalía afirma que él desempeñó un papel clave en la compra de decisiones judiciales para favorecer al hermano del narcotraficante asesinado Leandro Norero, lo que confirma su implicación en estructuras ilícitas.
En un giro sorprendente, el tribunal ha presentado pruebas contundentes que comprometen a Pablo Ramírez en el escándalo Metástasis. Las pruebas incluyen conversaciones telefónicas con otros actores clave y un testimonio explosivo de un excompañero de celda de Leandro Norero, quien asegura que el exdirector del SNAI le pidió 200 mil dólares a cambio de favores penitenciarios.
Pero la trama no se detiene ahí. La Fiscalía también ha señalado a Claudia Garzón, quien, según las investigaciones, abusó de su cargo como comisionada de Pacificación Carcelaria para recibir sobornos del líder del grupo criminal, Norero, a cambio de beneficios exclusivos para él durante su encarcelamiento.
Garzón fue identificada como el «enlace» entre Ramírez y el narcotraficante, lo que refuerza las acusaciones de su participación activa en la red de delincuencia organizada. La conexión entre estos actores clave sigue desvelando la magnitud de la corrupción que operaba en las entrañas del sistema judicial y penitenciario.