Wilman Terán, conocido como El Diablo, habría implementado una compleja estructura de control dentro del Consejo de la Judicatura, mientras avanzaba en su ambición política hacia la Presidencia de la República. Así lo afirmó Santiago Cifuentes, su exasesor, durante su testimonio anticipado en el caso Pantalla, presentado la noche de este lunes 2 de diciembre.
Cifuentes, quien actúa como testigo protegido y procesado por presunta asociación ilícita en el mismo caso, permanece en prisión preventiva en la cárcel de Cotopaxi. Según su declaración, desempeñó roles clave como asesor jurídico y coordinador de relaciones internacionales en la Judicatura, posiciones que le permitieron conocer a fondo el entramado liderado por Terán.
Estructura externa
Según el testimonio de Santiago Cifuentes, Wilman Terán operaba con dos líneas de trabajo. La primera, integrada principalmente por personas externas al Consejo de la Judicatura, era liderada por Anabel Torres, jueza de Santo Domingo. Torres coordinaba diversas acciones políticas y jurisdiccionales en la administración de Terán.
El testigo protegido desglosó esta estructura externa en cuatro divisiones principales:
- Ángeles Negros
- Compuesta por expertos en derecho que asesoraban a Wilman Terán en su posicionamiento político.
- Diseñaban estrategias para mejorar su imagen pública y trabajar en su proyecto hacia la Presidencia de la República.
- Ángeles Blancos
- Integrada por organizaciones de derechos humanos y víctimas de violencia.
- Estas agrupaciones participaban en eventos masivos organizados por Terán, como actividades de la Comisión Andina de Derechos Humanos.
- Ejército Invisible
- Un equipo de hackers encargado de:
- Filtrar información confidencial de la Fiscalía General y la Policía Nacional.
- Realizar campañas comunicacionales estratégicas.
- Intentaron acceder al sistema de la Judicatura para obtener las preguntas del concurso de jueces y favorecer a Anabel Torres, aunque no lograron su objetivo.
- Un equipo de hackers encargado de:
- Legión Rural
- Conformada por líderes del sector rural que conocieron a Terán durante su labor como abogado o secretario jurídico del Consorcio de Juntas Parroquiales Rurales del Ecuador.
El Ejército Invisible, según Cifuentes, enfrentó problemas financieros debido a que Wilman Terán no cumplió con los pagos prometidos a sus integrantes.
Grupo armado
Según Cifuentes, Terán les decía que su círculo de confianza era vigilado por grupos de inteligencia que él había solicitado.
Narró cómo en una noche en Santo Domingo trasladó a sus asesores a una apiladora de cacao. Ahí apareció un grupo y Terán ordenó «saquen los juguetes». Y los sujetos mostraron armas de grueso calibre. A su criterio, alias Diablo tenía un grupo armado a su disposición.
Santiago Cifuentes admitió haber colaborado con Wilman Terán en una estrategia para lograr su libertad mediante solicitudes de habeas corpus. Según su testimonio, el plan consistía en presentar varias solicitudes con la intención de que, por sorteo, una de ellas llegara a la Sala Laboral de la Corte Nacional de Justicia, donde Terán confiaba en obtener un fallo favorable. Cifuentes afirmó que Terán mencionó específicamente a la jueza Enma Tapia como clave en esta estrategia.
El 12 de agosto de 2024, con los votos de las magistradas Enma Tapia y Katherine Muñoz, Wilman Terán consiguió un habeas corpus correctivo que le permitió ser trasladado de la cárcel La Roca a la Cárcel 4 de Quito para cumplir su prisión preventiva.
A raíz de esta decisión, la Fiscalía llevó a cabo allanamientos el 16 de agosto en los despachos de ambas juezas. Esto dio inicio a una investigación por presunto cohecho, que fue bautizada como Confourtable por las autoridades.