La mañana de este jueves, 12 de diciembre, Guayaquil amaneció con señales de la llegada de la temporada invernal. Una ligera llovizna refrescó varios sectores del sur y norte de la ciudad, dejando indicios de lo que podría ser el inicio de un clima más húmedo.
Desde las 6:00 a.m., urbanizaciones de la autopista Narcisa de Jesús reportaron calles humedecidas y capós mojados. Más tarde, cerca de las 8:00 a.m., áreas como Entrada a la 8 y Monte Sinaí también experimentaron lluvias leves. En el sur, la tenue precipitación ofreció un respiro al calor habitual, con una sensación de frescura que muchos agradecieron.
Mientras tanto, los grillos han comenzado a aparecer en diversas zonas del norte. Aunque su canto característico puede incomodar a algunos, estos insectos cumplen un papel vital en los ecosistemas: son alimento para aves y mamíferos, ayudan a controlar la vegetación y fomentan la biodiversidad en áreas naturales.
En una ciudad rodeada por el río Guayas y el río Daule, como Guayaquil, la presencia de grillos es parte del entorno. Más que una molestia, son un símbolo de los delicados equilibrios naturales, que nos recuerdan la coexistencia entre lo urbano y lo ambiental.