Este jueves 6 de febrero, Ecuador da inicio a las elecciones generales con un proceso que ha generado controversia: 6.218 reclusos sin sentencia condenatoria ejecutoriada ejercerán su derecho al voto dentro de las 42 cárceles distribuidas en 20 provincias del país.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, junto con autoridades del Servicio Nacional de Atención Integral a Privados de Libertad (SNAI), encabezó la apertura de este proceso, que ha despertado cuestionamientos sobre la influencia del voto penitenciario en los resultados finales.
Atamaint aseguró que los resultados de esta jornada se mantendrán en reserva hasta el domingo 9 de febrero, después de las 17:00, cuando se realice el conteo general de los votos del resto de la población. Advirtió a la ciudadanía sobre posibles desinformaciones o filtraciones antes de la fecha oficial.
Al concluir la jornada, los votos de los reclusos serán sellados y trasladados bajo estricta vigilancia militar a los centros de procesamiento de datos en cada provincia. Esta medida busca garantizar la transparencia, aunque algunos sectores cuestionan la seguridad del proceso y el posible impacto de estos sufragios en el resultado final.
