un escalofriante hallazgo estremeció la ciudadela Héctor Cobos la noche del martes 15 de abril. Dentro de fundas plásticas y un saco, la Policía encontró partes humanas desmembradas: brazos, piernas y el torso de un hombre. Lo más perturbador: la cabeza no estaba en el lugar. A pocos metros, apareció un panfleto con mensajes amenazantes, lo que refuerza la teoría de un acto de violencia ligado al crimen organizado.
Este macabro suceso ocurre en medio de una escalada de violencia sin freno. Apenas un día antes, en la ciudadela Primavera 1, un niño de 12 años resultó herido por una bala, tras un ataque armado en un local de comida rápida. La zona ha sido blanco de constantes amenazas, al punto que comerciantes han cerrado sus negocios por miedo. Los restos humanos se han convertido en símbolos de advertencia, usados por bandas para sembrar el terror entre los vecinos.