Ecuador enfrenta un repunte de enfermedades infecciosas, entre ellas la tosferina y la fiebre amarilla, lo que ha llevado a las autoridades sanitarias a emitir nuevas pautas para evitar su propagación.
La tosferina, una infección respiratoria de rápida transmisión, afecta con mayor severidad a niños pequeños. La fiebre amarilla, por otro lado, es una enfermedad viral transmitida por mosquitos y puede causar brotes si no se controla a tiempo.
Para reducir el riesgo de contagio, se recomienda:
- Higiene constante de manos.
- Uso de mascarilla en espacios cerrados o con alta afluencia.
- Evitar el contacto con personas con síntomas respiratorios.
- Eliminar aguas estancadas para prevenir criaderos de mosquitos.
- Aplicar repelente y cubrir la piel expuesta al salir.
- Llevar al día el esquema de vacunación infantil.
Si un niño presenta fiebre, tos intensa o dificultad para respirar, debe recibir atención médica de inmediato y no automedicarse bajo ninguna circunstancia.
El Ministerio de Salud y el de Educación impulsan campañas en escuelas y comunidades para reforzar la prevención y el cuidado responsable.
¿Qué es la fiebre amarilla y cómo prevenirla?
La fiebre amarilla es una infección viral que se propaga a través de la picadura de un mosquito portador del virus. Aunque no se contagia entre personas, puede causar brotes graves si no se aplican medidas de prevención.
Sus síntomas más comunes son: fiebre alta, dolores musculares, tono amarillento en la piel y los ojos, cefalea intensa y náuseas.