La espera fue solemne y cargada de simbolismo. Todo comenzó con el «Extra Omnes», la ancestral fórmula latina que marca el cierre de las puertas de la Capilla Sixtina y el inicio del Cónclave. Dentro, los 133 cardenales electores escucharon la meditación del padre Raniero Cantalamessa, predicador emérito de la Casa Pontificia. Luego, comenzó el riguroso proceso: preparación y entrega de las papeletas, dirigido por los maestros de ceremonias, acompañados por Mons. Ilson de Jesus Montanari y Mons. Diego Ravelli.
A continuación, el protocolo marcó el sorteo de los tres escrutadores, tres infirmari (encargados de recoger los votos de los enfermos) y tres oyentes. Con todos los roles asignados, se dio paso a la primera votación.
Mientras tanto, en el exterior, unos 45.000 fieles y curiosos abarrotaban la Plaza de San Pedro. Con los ojos fijos en la chimenea de la Capilla, el cielo fue testigo de una vigilia popular animada por gaviotas, cánticos, aplausos y miles de luces de cámaras y teléfonos móviles. La ansiedad crecía con el pasar de las horas sin señales de humo.
A las 21:00, finalmente, apareció la fumata negra. Un rugido colectivo recorrió la plaza: aún no hay Papa. El 267.º Pontífice de la historia de la Iglesia sigue sin ser elegido.
El proceso continúa. Este jueves 8 de mayo, los cardenales se reunirán a las 8:00 a. m. en el Palacio Apostólico para celebrar la Santa Misa y las Laudes en la Capilla Paulina. A las 9:15 regresarán a la Capilla Sixtina para rezar la Ora Media y realizar nuevas votaciones. El almuerzo será en Santa Marta a las 12:30, seguido de una nueva sesión por la tarde: a las 16:30 retomarán las votaciones y cerrarán el día a las 19:30 con las Vísperas.
LO ÚLTIMO: Sale humo negro de la chimenea de la Capilla Sixtina, señal de que el Colegio Cardenalicio aún no ha elegido al sucesor del Papa Francisco. #conclave #IglesiaCatólica pic.twitter.com/Zf67JDHbdV
— ACI Prensa (@aciprensa) May 7, 2025
Se esperan dos momentos clave para observar la chimenea: uno al final de la mañana y otro al concluir la jornada vespertina. El mundo entero, una vez más, estará mirando hacia el cielo.