Este martes, el mundo católico fue testigo de un momento histórico: humo blanco emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, en el corazón del Vaticano, anunciando que el Cónclave ha elegido a un nuevo Papa.
La esperada señal se elevó al cielo vaticano pasadas las horas de la tarde, mientras miles de fieles y periodistas congregados en la Plaza de San Pedro estallaban en júbilo. A partir de ahora, la Iglesia Católica inicia una nueva etapa bajo la guía del Sumo Pontífice, cuya identidad será revelada oficialmente en cuestión de minutos desde el tradicional balcón de la Basílica de San Pedro.
El anuncio de «Habemus Papam», pronunciado en latín, marcará el inicio de un nuevo liderazgo espiritual para más de mil millones de católicos en el mundo.
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