Un nuevo ataque violento sacudió el corazón comercial de Guayaquil la noche del jueves 8 de mayo. A bordo de un vehículo, sujetos no identificados llegaron hasta la intersección de las calles Ayacucho y Chimborazo, en pleno centro, y lanzaron un artefacto explosivo contra un local que se encontraba cerrado. Eran cerca de las 23:00, y solo un guardia de seguridad, sentado en una silla fuera del negocio, estaba presente. Por fortuna, el hombre logró huir al ver el objeto sospechoso caer, segundos antes de que estallara.
La detonación provocó daños en ventanales y estructuras de la fachada. Aunque no hubo heridos, el ataque dejó una fuerte impresión entre los comerciantes del sector, quienes han denunciado ser víctimas de extorsiones desde hace meses. Muchos aseguran que los delincuentes dejan panfletos con amenazas y números de contacto, exigiendo pagos bajo amenaza de “vacunas”.
La mañana del viernes 9 de mayo, el subjefe del Distrito 9 de Octubre, Jaime Lara, recorrió el lugar junto con uniformados y habló con los dueños de negocios, quienes piden reforzar la seguridad urgentemente. Lara aseguró que se implementarán nuevas acciones policiales en los próximos días y que la ciudadanía reconoce el trabajo de la Policía, aunque exige una presencia más contundente frente al temor creciente.
El hecho evidencia la creciente presión del crimen organizado sobre zonas estratégicas de la ciudad y plantea una vez más la urgente necesidad de acciones integrales frente a la extorsión.
