El hallazgo fue escalofriante. En lo alto de una colina, en el sector más aislado de Nueva Prosperina, al noroeste de Guayaquil, se encontraron los cuerpos de cuatro personas dentro de una cisterna. Entre ellos, estaba una comerciante china que había sido secuestrada el pasado 29 de mayo en su local ubicado en la ciudadela Martha de Roldós.
Las otras tres víctimas eran hombres, también vinculados al comercio, según confirmó el coronel Víctor Ordóñez Ron, comandante policial de la zona que abarca Guayaquil, Durán y Samborondón. Una de las víctimas sería un comerciante, otra su empleado, y la tercera, un ciudadano que habría sido secuestrado en Yaguachi.
La causa de muerte: asfixia por sofocación. Las autoridades realizaron allanamientos inmediatos y capturaron a tres sospechosos para investigaciones. Una fuente policial reveló que el lugar fue identificado tras la captura de un implicado en el secuestro de la comerciante, quien proporcionó la ubicación.
Pero ya era demasiado tarde. Cuando llegaron, las víctimas estaban sin vida en un sitio escondido, alejado de la comunidad. Los cuerpos fueron trasladados a la morgue de Guayaquil para las respectivas autopsias que permitan confirmar sus identidades.
