El Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia reveló este jueves una de las incautaciones más grandes del año: 1,5 toneladas de cocaína escondidas en un cargamento de bananos provenientes de Ecuador, que arribó al puerto de San Petersburgo a bordo del buque Cool Emerald.
Según el reporte oficial, la droga estaba distribuida en 1.500 paquetes, con un peso total de 1.750 kilogramos (1.515 kg netos sin envoltorios). El valor del alijo en el mercado negro superaría los USD 250 millones, lo que convierte este operativo en un duro golpe contra el narcotráfico internacional.
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Las autoridades rusas confirmaron que la operación se ejecutó tras recibir alertas de agencias extranjeras a finales de agosto. Como resultado, se abrió un proceso penal por contrabando de drogas a gran escala, un delito que en Rusia puede acarrear cadena perpetua.
Un récord de incautaciones vinculadas a Ecuador
El caso resalta por ser el mayor decomiso de cocaína latinoamericana en Rusia en 2025, superando a los 820 kilos incautados en julio en buques frigoríficos también procedentes de Ecuador. En mayo, se habían confiscado 61 kilos adicionales de cocaína ocultos en plátanos enviados desde el mismo país andino.
La situación ha puesto bajo la lupa a los envíos ecuatorianos, usados con frecuencia por carteles internacionales para introducir droga en Europa y Asia.
El narcotráfico bajo presión en Rusia
La lucha contra las mafias no se detiene. En los últimos meses, un tribunal ruso condenó a 19 años de prisión al colombiano Carlos Alberto Muñoz Ramírez, señalado como parte de una red que operaba a gran escala.
En total, durante 2024 las fuerzas de seguridad de Rusia incautaron 38 toneladas de estupefacientes, un 25 % más que el año anterior, según cifras del Ministerio del Interior.
