Una violenta agresión se registró la tarde de este martes 7 de octubre de 2025 contra el presidente de la República, Daniel Noboa, cuando su comitiva se dirigía a un evento oficial en el cantón El Tambo, provincia de Cañar. Según reportes oficiales, el vehículo presidencial fue atacado con piedras por un grupo de personas, y otros autos de la caravana sufrieron impactos de bala y daños en su carrocería y vidrios.
Aunque el mandatario no resultó herido, el hecho desató una fuerte respuesta del Gobierno Nacional. En un comunicado publicado en la cuenta oficial de la Presidencia en X (antes Twitter), se confirmó la detención de cinco sospechosos, quienes serán procesados por terrorismo e intento de asesinato.
“Los desestabilizadores no lograron detener al Gobierno. Obedeciendo órdenes de radicalización, atacaron una caravana presidencial en la que viajaban civiles. Intentaron impedir, por la fuerza, la entrega de una obra destinada a mejorar la vida de una comunidad”, señaló el comunicado oficial.
El ataque ocurrió mientras el presidente Noboa se trasladaba hacia la inauguración de un proyecto de desarrollo local. Testigos reportaron momentos de confusión y tensión cuando los agresores lanzaron piedras y presuntamente dispararon contra los vehículos del convoy.
La ministra de Ambiente y Energía, Inés Manzano, informó que a las 14:45 se presentó una denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por intento de asesinato. Además, confirmó que los autos que formaban parte de la caravana también fueron atacados con armas de fuego, lo que eleva la gravedad del hecho.
Las autoridades reforzaron de inmediato la seguridad presidencial y desplegaron equipos de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas en la zona para garantizar el control y la detención de más posibles implicados.
Este atentado ocurre en medio de un contexto político y social tenso, marcado por protestas y llamados a movilizaciones en distintas provincias del país. Desde el Ejecutivo se ha insistido en que no se tolerará ningún intento de desestabilización ni ataques contra la integridad del presidente o de la ciudadanía.
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