El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, confirmó que viajará a Noruega en diciembre para participar en la ceremonia del Premio Nobel de la Paz, donde será reconocida la dirigente opositora venezolana María Corina Machado por su defensa de la democracia en Venezuela.
En su cuenta de X, el mandatario expresó un mensaje de respaldo a la líder venezolana: “Será un honor estar contigo en Noruega. Tu lucha representa el coraje de toda una región que se niega a rendirse, que se niega a volver atrás. Nos vemos allá, como desde el inicio: del mismo lado de la historia”.



Apoyo regional y mensaje político
Desde que se conoció el fallo del Comité Nobel Noruego, Noboa manifestó su admiración por Machado, asegurando que “las voces valientes se imponen sobre el ruido” y que América Latina debe mantenerse firme frente a los regímenes autoritarios. Su presencia en Oslo reafirmará el respaldo ecuatoriano a los movimientos democráticos de la región.
Machado fue galardonada por su labor constante en favor de los derechos democráticos del pueblo venezolano y por su papel en la búsqueda de una transición pacífica hacia la democracia. El Comité destacó su “valentía y compromiso con la paz”, además de reconocer su liderazgo durante las elecciones de 2024, cuando apoyó al candidato opositor Edmundo González Urrutia, tras ser inhabilitada políticamente por el régimen de Nicolás Maduro.
El reconocimiento internacional
El presidente del Comité Nobel, Jørgen Watne Frydnes, describió a Machado como “uno de los ejemplos más extraordinarios de coraje civil en América Latina”, subrayando que su lucha ha inspirado a millones de venezolanos dentro y fuera del país.
La ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz 2025 se llevará a cabo el 10 de diciembre en Oslo, una fecha simbólica que conmemora la firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Un gesto diplomático con significado
La asistencia de Noboa a este evento tiene también una lectura diplomática: Ecuador busca fortalecer su imagen internacional como un país comprometido con la defensa de la libertad, los derechos humanos y la democracia regional. El viaje del mandatario a Noruega se producirá en medio de un contexto político regional marcado por la tensión entre gobiernos democráticos y autoritarios.