La vicepresidenta Verónica Abad ha confirmado públicamente su aceptación y compromiso con la misión de colaboradora de paz en Israel, pese a las tensiones surgidas con el presidente Daniel Noboa. En su primera aparición desde el anuncio de su designación, Abad aseguró que cumplirá con la constitucionalidad del encargo y que espera recibir información detallada sobre su traslado y las condiciones para ejercer sus funciones en el exterior.
En cuanto a las acusaciones de corrupción y los rumores sobre supuestos pagos, la vicepresidenta negó rotundamente haber recibido dinero del presidente Noboa o del Consejo Nacional Electoral (CNE). Abad expresó su disposición a ser investigada y solicitó a quienes tengan evidencia de actos ilícitos que lo denuncien ante la Fiscalía. Además, desmintió tener una agenda propia separada del presidente y destacó que ha obedecido la solicitud del equipo de Noboa de no hablar con la prensa, hasta ahora.
La relación entre la vicepresidenta y el presidente sigue siendo motivo de atención y la reunión entre ambos para coordinar acciones será clave para definir el futuro de esta fricción interna en el nuevo gobierno.