Ecuador enfrenta una trágica realidad, 108 feminicidios han sacudido el país en los primeros cinco meses del 2024, según cifras reveladas por una alianza liderada por la Fundación Aldea. Entre estas víctimas, se cuentan 61 casos de feminicidios íntimos, sexuales o familiares, diez asesinatos de mujeres trans y al menos 31 feminicidios vinculados a sistemas criminales.
Detrás de cada número hay una historia desgarradora: dieciocho mujeres habían reportado antecedentes de violencia, tres tenían órdenes de protección, y diecisiete habían sido reportadas como desaparecidas antes de ser encontradas sin vida.
La violencia no discrimina: la edad promedio de las víctimas fue de 34 años, y seis de ellas eran menores de edad en el momento de su asesinato. La nacionalidad tampoco es una barrera, ya que el 92 % de las víctimas eran ecuatorianas, mientras que un 6 % eran venezolanas y en un 2 % se desconoce su nacionalidad.
Las armas de fuego se han convertido en los instrumentos preferidos de los feminicidas, siendo utilizadas en el 61 % de los crímenes. La militarización del país y la creciente violencia han facilitado el acceso a estas armas mortales.
El impacto de estos feminicidios se extiende más allá de las víctimas: 77 menores de edad quedaron huérfanos debido a estos crímenes atroces. Algunos de estos niños fueron testigos de los actos violentos que segaron la vida de sus madres, mientras que otros también se convirtieron en víctimas de la violencia de género.
Desde la tipificación del delito de feminicidio en el código penal ecuatoriano en 2014, la Fundación Aldea y otras organizaciones han registrado al menos 1.812 mujeres, niñas o adolescentes que han sido asesinadas violentamente por razones de género en todo el país. Estas cifras, recopiladas por la sociedad civil, continúan siendo validadas, pero aún así podrían subestimar la magnitud del problema en un 15 %.
Ecuador se enfrenta a una crisis de violencia de género que no puede ignorarse. Es hora de tomar medidas concretas y urgentes para proteger a las mujeres y niñas de la violencia y el feminicidio.