El miércoles 3 de julio, cien cadáveres en avanzado estado de descomposición fueron depositados en el estacionamiento del Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses de Guayaquil, situado en la avenida José Rodríguez Bonín al norte de la ciudad. Según imágenes capturadas por un equipo de Ecuavisa, los cuerpos fueron dispuestos uno al lado del otro dentro de bolsas plásticas en el parqueadero.
Un equipo de aproximadamente 30 personas, equipadas con trajes especiales, mascarillas y guantes, extrajo los cadáveres de tres contenedores. Según una fuente del Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Snmlcf), el personal estaba etiquetando los restos para proceder con la inhumación de aquellos cuerpos que permanecían sin identificar desde hace cuatro meses.
Testigos que estaban en la morgue realizando trámites legales o transitando por la avenida el miércoles señalaron la presencia de un intenso hedor en la zona.
El 21 de junio pasado, se sepultaron 33 cadáveres no identificados en un cementerio de la provincia de Los Ríos, según lo solicitado por la Fiscalía General del Estado (FGE) después de tomar muestras de ADN de los cuerpos. Estos cuerpos estaban entre los que se encontraban en dos de los tres contenedores dañados el 11 de junio debido a cortes de energía.
El Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Snmlcf) aún no ha emitido un comunicado sobre el estado actual de los contenedores ni sobre los procesos de entrega de los cuerpos a los familiares.
Además, esta semana se reportó que la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional está investigando el colapso en la morgue y se prepara para realizar una visita al centro forense de Guayaquil.