El presidente Daniel Noboa firmó un nuevo decreto el 25 de agosto de 2024, que exige a la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas actualizar los manuales operativos para el uso legítimo de la fuerza. Sin embargo, ya existe un marco legal, la Ley Orgánica para el Uso Legítimo de la Fuerza, aprobada en 2022 y con reglamento en vigor desde 2023, que regula estas acciones, dejando la nueva disposición del Mandatario en cuestión.
No solo existen leyes que guían a policías y militares, sino que estas se crearon en respuesta a la creciente violencia que ha afectado al país en los últimos tres años. A pesar de esto, Daniel Noboa ha emitido un decreto para recordar a las fuerzas de seguridad en qué contextos pueden neutralizar amenazas.
¿Qué impacto tendrá el nuevo decreto sobre el uso legítimo de la fuerza?
El decreto consta de siete hojas, cuatro artículos, dos disposiciones generales y una transitoria. El primer artículo exige la elaboración de los manuales operativos, que deben entregarse en cinco días, es decir, hasta el 30 de agosto.
Aunque estos documentos pueden servir como herramientas instructivas para los uniformados, incluyendo estrategias o protocolos, no modificarán el contenido de las leyes vigentes y se ajustarán a lo ya existente.
El decreto menciona el artículo 8 de la Ley que Regula el Uso Legítimo de la Fuerza en dos ocasiones: una para reiterar y disponer a la Policía Nacional, y otra para las Fuerzas Armadas. Nuevamente, no es necesario recordar a los funcionarios públicos las tareas que ya están obligados a cumplir por ley.
Incluso los ministros de Defensa, Giancarlo Loffredo, y del Interior, Mónica Palencia, aclararon que el decreto ejecutivo no tiene un alcance significativo. Palencia lo describió como una «ratificación de la voluntad política» para respaldar a las fuerzas del orden, mientras que Loffredo destacó que los procedimientos ya se actualizan de manera constante, especialmente cada vez que el Mandatario emite una orden relevante.
Policías y militares evitan usar armas por falta de condiciones adecuadas
A pesar de contar con el respaldo legal, policías y militares temen usar sus armas debido a que no siempre están presentes las condiciones necesarias para hacerlo. La incertidumbre sobre la adecuación del contexto y la posibilidad de enfrentar consecuencias legales adversas generan dudas sobre el uso de la fuerza.