Este lunes 9 de septiembre, Guayaquil enfrenta un caos en el transporte urbano debido a una paralización parcial organizada por la Federación de Transportadores Urbanos del Guayas (Fetug).
En la Terminal Terrestre Jaime Roldós Aguilera (norte) y en la Entrada de la Ocho (noroeste), muchas líneas de buses han cesado operaciones, dejando a los ciudadanos esperando más de una hora por una unidad. Mientras tanto, furgonetas improvisadas están ofreciendo transporte a un dólar en la zona afectada.
Según la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM), 32 líneas de buses han cesado operaciones. Sin embargo, 30 rutas continúan funcionando, incluyendo la línea 89 (Saucinc).
La razón detrás de esta paralización parcial parece ser una estrategia para presionar al Municipio de Guayaquil a incrementar el precio del pasaje. Actualmente, el costo del transporte urbano es de 30 centavos (USD 0,35 en buses con aire acondicionado), pero la Federación de Transportadores Urbanos del Guayas (Fetug) está pidiendo un aumento a 45 centavos.
Desde 2021, el gremio ha buscado un ajuste en la tarifa sin éxito en el Cabildo porteño, a pesar de múltiples paralizaciones y reclamos.
ÁLVAREZ DICE
El alcalde Aquiles Álvarez y la ATM han advertido sanciones a las cooperativas de transporte urbano que han cesado operaciones. Este lunes, en su cuenta de X, el alcalde incluso acusó al presidente de la Fetug, Christian Sarmiento, de ser «el zar negativo de los transportistas privados urbanos de Guayaquil».
«No cederé ante presiones de ningún tipo. La tarifa no subirá de esta manera. Se ajustará conforme a las necesidades de los guayaquileños,» declaró el alcalde.
«Griten lo que quieran, aquí trabajamos con planificación y convicción,» añadió, reafirmando su postura frente a la crisis del transporte.
