Daniel Noboa salió en cadena nacional para abordar la crisis energética, después de recibir críticas por delegar a ministros y otros funcionarios la responsabilidad de enfrentar la situación. Además, fue cuestionado por su aparición el lunes 14, donde se refirió a los cultivos de droga en la frontera con Colombia.
Expertos en comunicación política señalan que estos fueron desaciertos que impactaron negativamente su imagen. Aunque el mensaje de hoy es optimista, al prometer reducir las horas de racionamiento, podría convertirse en un arma de doble filo si no se cumplen las expectativas.
«Cuando colocas a tu vocero principal en una posición de generar expectativas que no puedes controlar, el riesgo de equivocarte es alto. Si la palabra del presidente no se cumple, podría ser un golpe devastador para su reputación», advirtió el especialista Pedro Donoso.
Los expertos coinciden en que la puesta en escena es positiva, ya que muestra que está asumiendo responsabilidad junto a las ministras que enfrentan la crisis en sus sectores. Sin embargo, el contenido de sus mensajes genera incertidumbre.
Expertos afirman que la imagen del presidente puede recuperarse, pero es necesario implementar cambios drásticos, como superar la crisis energética o realizar un remesón en el gobierno que demuestre un cambio auténtico.
Este es el desafío que enfrenta; de no abordarlo, podría dar ventajas a sus rivales políticos. Este escenario se presenta a menos de cuatro meses de las elecciones presidenciales.