En medio de una preocupante emergencia sanitaria, 574 reclusos de la Cárcel Regional de Guayaquil fueron reubicados en la Penitenciaría del Litoral, considerada la prisión más poblada y peligrosa del país. El traslado se realizó el martes 29 de julio de 2025 y fue confirmado un día después por el Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI).
Aunque las autoridades aseguran que esta medida responde a una estrategia preventiva frente al avance de tuberculosis y otras enfermedades respiratorias, genera preocupación que los detenidos sean llevados precisamente al centro penitenciario que, hasta marzo, registraba más de 500 casos activos de tuberculosis. A nivel nacional, la cifra superaba los 1 100 pacientes, siendo la cárcel de Machala la segunda más afectada.
La situación ya había obligado en marzo pasado a activar el COE cantonal de Guayaquil, debido al temor de que el brote se extienda más allá de los muros penitenciarios y afecte a la población general.
Organizaciones de derechos humanos han lanzado nuevas alertas, cuestionando las decisiones del Gobierno Nacional. La CIDH exigió el pasado 11 de junio un informe detallado sobre las condiciones sanitarias del sistema carcelario y las acciones implementadas, especialmente en el complejo penitenciario de Guayaquil, que incluye también La Roca, la cárcel de mujeres, el Centro de Detención Provisional y otras instalaciones que juntas albergan a casi 12 000 internos.
La tensión se mantiene mientras las autoridades insisten en que la reubicación ayudará a mejorar el manejo epidemiológico. Sin embargo, persisten las dudas sobre si se trata realmente de una solución… o de una decisión que podría agravar la crisis.