La crisis de generación ha llevado a las plantas térmicas a operar al máximo de sus capacidades. Su energía se ha vuelto indispensable, ya que cada vez es más difícil para las hidroeléctricas mantener sus niveles de producción. Un ejemplo claro de esto ocurrió este jueves, cuando la energía entregada por las termoeléctricas igualó a la de las hidroeléctricas.
Hasta las 16h00, las plantas térmicas produjeron un promedio de 1.116 megavatios, a lo que se sumaron 76 megavatios provenientes de energía eólica y fotovoltaica, alcanzando un total de 1.192 megavatios, superando así la generación de las hidroeléctricas, que fue de 1.182 megavatios. Según la planificación del CENACE, hasta el final del día las plantas térmicas y de energía no convencional debían completar el 53% de toda la electricidad generada.
Este dato es excepcional, ya que, en condiciones normales, las hidroeléctricas deberían aportar alrededor del 74% de la energía. La situación actual refleja la crisis que atraviesan, con capacidad para generar más de 5.000 megavatios, pero operando solo al 23% de su capacidad.
En contraste, las plantas térmicas, que tienen una capacidad de 1.829 megavatios, están funcionando al 65%, debido a que algunos generadores están fuera de servicio.
