Este jueves 19 de septiembre, la Agencia de Regulación y Control de Hidrocarburos (ARCH) clausuró una gasolinera de Copedesa, la empresa de Aquiles Álvarez, alcalde de la ciudad.
El sello de clausura revela que el establecimiento, situado en las calles Clemente Ballén y Los Ríos, violó tanto la Ley y el Reglamento de Hidrocarburos como el Código Orgánico Ambiental (COA). ¿Qué repercusiones tendrá esto para la familia Álvarez?
El cierre de la gasolinera de Copedesa ocurre solo dos días después de que José Julio Neira, de la Secretaría de Integridad Pública, denunciara en la Comisión de Soberanía y Seguridad de la Asamblea Nacional que Copedesa opera sin autorización para comercializar combustible.
Se reveló que realizaron una venta a Fuelcorp S.A., a pesar de la falta de aprobación de la ARCH. El Gobierno ha denunciado a Fuelcorp, a Copedesa, y a Aquiles Álvarez, junto a sus hermanos Antonio Álvarez (presidente de Barcelona Sporting Club) y Xavier Álvarez, por comercialización irregular de combustibles.
Según la querella, se detectaron «posibles discrepancias entre el volumen de combustible despachado por Petroecuador y el volumen facturado por varias estaciones de servicio».
Este hallazgo desencadenó una investigación por parte de la Fiscalía General del Estado, conocida como el caso Triple A, que llevó a un allanamiento en las oficinas de Copedesa el pasado martes 23 de julio.
