A pesar de tratarse de un jueves festivo, los cementerios comenzaron a operar temprano en Ecuador. Las floristerías prepararon sus más elaborados arreglos, y los seres queridos se prepararon para honrar a sus padres, madres, hermanos o esposos en el Día de los Muertos o de los Difuntos.

¡CONMOVEDORA TRADICIÓN!

Cada 2 de noviembre, los ecuatorianos conmemoran a sus seres queridos fallecidos. La forma en que realizan estos homenajes varía según la región en la que se encuentren. Por ejemplo, en algunas comunidades de la Sierra, visitan los cementerios llevando alimentos para compartir, continuando una costumbre transmitida por sus ancestros.

En provincias como Pichincha, Carchi o Cotopaxi, es habitual encontrar tumbas en los camposantos adornadas con velas, antorchas y flores. Según el Ministerio de Turismo, los cementerios más reconocidos por esta tradición son el de Calderón, en Pichincha, y los de Otavalo y Cotacachi, en Imbabura.

No obstante, con el paso del tiempo, estas prácticas han experimentado cambios y se han vuelto un tanto más orientadas hacia lo comercial. Un ejemplo de ello es la colada morada tradicional, que se prepara con maíz morado y que ahora se encuentra disponible durante todo el año en diversos lugares, lo que le ha conferido un carácter más comercial.

A pesar de esta comercialización, en los hogares todavía se mantiene la costumbre de preparar la colada morada en el seno de la familia. Natalia Baño, una mujer quiteña de 78 años y madre de familia, considera que esta fecha es una oportunidad para reunirse con sus cuatro hijos, nueras, nietos y bisnietos, con el propósito de recordar a los familiares que ya no están presentes.

Otras prácticas tradicionales, como la de los «animeros», personas que solían recorrer los cementerios por la noche para guiar a las almas, que era tradicional en la zona centroandina del país, experimentaron un declive durante un tiempo. No obstante, en la actualidad, esta práctica se está recuperando gracias a la iniciativa de jóvenes interesados en aprender y preservar las tradiciones. Según López, a lo largo de los años, las costumbres se han mantenido, aunque con algunas variaciones.

Además, las tradiciones han evolucionado hacia un enfoque más comercial y han adoptado elementos de otras culturas que han migrado al país. Hoy en día, es común ver a adultos y niños pintados con la imagen de la catrina, un símbolo representativo de la cultura mexicana en el Día de los Muertos.