Tras cuatro días del inicio del apagón industrial, los trabajadores ya comienzan a sentir los efectos.
Las empresas, obligadas a detener sus actividades durante el día, han adoptado tres medidas: jornadas nocturnas, horarios parciales y vacaciones forzadas para evitar despidos. Según cifras oficiales, el sector privado emplea a nueve de cada diez trabajadores formales en el país.
Continental, una fábrica de neumáticos en Cuenca, envió a 100 de sus 1,000 trabajadores a vacaciones. En comunicados internos, se les informó que esperan una resolución de las autoridades para poder retomar las jornadas normales de trabajo.
«También hay que poner de nuestra parte para superar esta crisis energetica por la que está pasando el país»
Usuario de X
En la fábrica Promepell de Ambato, especializada en cuero, se modificó la jornada laboral. Ahora trabajan desde las 18:00, cuando llega la energía eléctrica al parque industrial, hasta las 23:00. Este horario no se extiende para evitar exponer a los trabajadores a la inseguridad.
Televistazo consultó a las Cámaras de Industria de Guayaquil, Azuay y Ambato, y hasta el momento no se han reportado despidos intempestivos a causa del apagón industrial.
«El verdadero efecto de esta decisión (apagones en el sector industrial) no lo vamos a sentir ahora, sino en el corto plazo, dentro de un mes o dos meses, cuando el flujo y el presupuesto de las empresas no se haya cumplido, el primer afectado tendrá que ser el personal, con una reducción»
César Gavilánez, gerente general de Promepell
¿Trabajar en horarios nocturnos genera sobrecostos a las empresas?
Trabajar de noche y en las madrugadas genera sobrecostos. Los empleados que laboran entre las 19:00 y las 06:00 reciben un recargo adicional del 25%, de acuerdo con el art. 49 del Código del Trabajo.
La Cámara de Industrias del Azuay indicó que estos costos serán absorbidos por los empresarios, pero advirtió que «es insostenible a mediano plazo». Por ello, solicitan al Gobierno que reconsidere la medida y acepte sus peticiones para implementar apagones sectorizados, según las capacidades de autogeneración de las empresas.