En la pintoresca localidad de San Mateo, situada en la ciudad costera de Manta, en la provincia de Manabí, los valientes pescadores artesanales se ven actualmente acosados por una amenaza inesperada: piratas. A pesar de enfrentar esta serie de intimidaciones, los afectados han optado por mantenerse en silencio y no presentar denuncias formales, principalmente motivados por el temor a posibles represalias.
La comunidad pesquera de San Mateo, conocida por su contribución a la economía local y su estilo de vida arraigado en la tradición, se ve ahora sometida a la sombra de la incertidumbre debido a la presencia de estos piratas. La situación plantea no solo un riesgo para la seguridad de los pescadores sino también para la estabilidad de la actividad pesquera en la región.