Catorce años después de su cierre, los casinos podrían regresar al Ecuador si así lo decide la ciudadanía en la consulta popular del 14 de diciembre de 2025. La propuesta también incluye una modalidad de trabajo por horas, enfocada únicamente en el sector turístico.
Ambas preguntas buscan generar entre 20.000 y 40.000 empleos y forman parte del referéndum impulsado por el presidente Daniel Noboa. La del trabajo por horas es la número 5 y la de los casinos, la número 7.
La contratación por horas, según el Gobierno, estaría limitada a jóvenes que acceden a su primer empleo y se aplicaría exclusivamente en turismo, garantizando derechos laborales. En cambio, los casinos podrían operar solo en hoteles de cinco estrellas, pagando un 25 % de sus ventas en tributos, destinados a combatir la desnutrición infantil.
Para el analista Juan Carlos Jácome, el trabajo por horas no resolvería el desempleo si no va acompañado de reformas profundas. Además, advierte que podrían surgir dudas si esta modalidad implica menos prestaciones sociales, lo que beneficiaría únicamente a los empleadores.
En cuanto a los casinos, Jácome considera que el debate trasciende lo económico y se mueve en un plano moral y ético. No obstante, admite que la percepción social actual podría ser distinta a la de 2011.
Desde el sector turístico, Holbach Muñeton, presidente de la Federación de Cámaras de Turismo, defiende ambas propuestas y asegura que el regreso de los casinos reactivaría el turismo y recuperaría miles de empleos. Incluso propone que se impongan controles estrictos, como prohibir la entrada a menores de edad, jubilados o personas con salario básico.
Empresarios como Miguel Ángel González, de la Cámara de Comercio de Guayaquil, apoyan las propuestas, pero creen que se quedan cortas. Asegura que el país necesita reformas laborales más amplias, que impulsen todos los sectores productivos, no solo el turismo.