En Ecuador, la muerte de Paola Roldán a los 42 años ha dejado un vacío en la comunidad que sigue su legado de valentía y determinación en la lucha por el derecho a una muerte digna. Padeciendo Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), Paola se convirtió en un símbolo de la búsqueda de la despenalización de la eutanasia en el país.
Su historia conmovió a muchos y generó un intenso debate sobre el tema de la eutanasia en Ecuador, donde esta práctica sigue siendo ilegal. A pesar de su dolorosa enfermedad, Paola compartió abiertamente su deseo de tener la opción de una muerte sin sufrimiento innecesario, lo que la llevó a convertirse en una voz destacada en el movimiento por el derecho a decidir sobre el final de la vida.
Su fallecimiento ha dejado un impacto duradero en quienes la conocieron y en aquellos que siguieron su historia. Aunque su voz ya no se escuche, su legado persiste como un recordatorio del valor de luchar por la dignidad y la autonomía en los momentos más difíciles de la vida.