A las 01:00 del 1 de enero de 2025, el primer día del año quedó marcado por la violencia. Una joven de apenas 20 años fue asesinada en el noroeste de Guayaquil mientras visitaba a su novio, un policía en servicio activo. La joven, proveniente de Milagro, fue víctima de un intento de asalto mientras la pareja se movilizaba en un carro. Los delincuentes, sin piedad, dispararon, dejando a la mujer sin vida. Sus familiares, desconsolados, acudieron en la mañana a la morgue para retirar su cuerpo.
La violencia no se detuvo ahí. A las 02:00, en el sector de Mapasingue Este, un hombre de 24 años fue acribillado, sumando otra víctima a esta trágica madrugada. Tres horas después, a las 05:00, dos personas fueron brutalmente asesinadas en un solar vacío de Flor de Bastión, y finalmente, a las 06:00, una nueva muerte violenta se reportó en el Guasmo Sur.
Además de las cinco personas asesinadas, los ataques armados dejaron al menos seis heridos, sumando más dolor en el inicio del año. La Policía Nacional aún no ha proporcionado detalles sobre estas muertes violentas ni sobre el contexto de los hechos.
Este inicio sangriento contrasta con las alarmantes cifras del 2024, donde un total de 2,427 personas fueron asesinadas en Guayaquil, Durán, y Samborondón, consolidando la crisis de inseguridad que azota a la región. El 2025 no promete tregua en esta espiral de violencia que sigue cobrando vidas inocentes.