La violencia volvió a sacudir al deporte ecuatoriano. La tarde de este miércoles 17 de diciembre, un ataque armado registrado en el sector de Samanes, al norte de Guayaquil, dejó como saldo dos personas fallecidas, entre ellas Mario Pineida, jugador del Barcelona Sporting Club, confirmó la institución amarilla mediante un comunicado oficial.
El doble crimen ocurrió en los exteriores de un local de venta de productos cárnicos, donde sujetos armados abrieron fuego contra las víctimas. En el lugar murió también una mujer, mientras que una tercera persona —identificada de manera preliminar como la madre del futbolista— resultó herida y fue trasladada a una casa de salud.
El contexto que rodea el crimen
El asesinato de Pineida se produce en un momento especialmente tenso para el club torero. Apenas horas antes del ataque, el presidente de Barcelona SC, Antonio Álvarez, había revelado en una carta pública que un jugador del plantel solicitó protección especial tras recibir amenazas de muerte, sin revelar su identidad.
Ese pronunciamiento se dio en medio de una crisis interna, luego de que los futbolistas del equipo decidieran no entrenar en protesta por cuatro meses de sueldos impagos. En el mismo documento, Álvarez lanzó duras críticas al plantel y anunció una reestructuración profunda de cara a la temporada 2026, con la salida de al menos 10 jugadores.
Investigación en curso
Agentes de la Policía Nacional y personal de Criminalística acudieron al sitio para levantar indicios balísticos y recopilar información que permita esclarecer las circunstancias del ataque. Hasta el cierre de esta nota, no se han reportado detenidos.
El fútbol ecuatoriano, golpeado por la violencia
La muerte de Mario Pineida se suma a una preocupante lista de futbolistas asesinados en Ecuador durante 2025, lo que ha encendido las alarmas sobre la inseguridad que también alcanza al ámbito deportivo.
Entre los casos más recientes constan el asesinato del juvenil Miguel Nazareno, de Independiente del Valle, ocurrido el 5 de noviembre; así como los homicidios de Maicol Valencia y Leandro Yépez, jugadores del Exapromo Costa, el 8 de septiembre. A ellos se suma Jonathan González, exfutbolista de Liga de Quito e Independiente del Valle, asesinado en Esmeraldas semanas después.
El crimen de Pineida deja un nuevo golpe al fútbol nacional y reabre el debate sobre la protección a deportistas en un país marcado por el avance de la violencia criminal.
