Una nueva tragedia golpea al sistema penitenciario ecuatoriano. Cuatro personas privadas de libertad fueron encontradas sin vida en la cárcel de Loja entre la noche del miércoles 16 y la tarde del jueves 17 de julio, en un preocupante repunte de violencia carcelaria.
Los cuerpos de Jonathan Javier Mendieta García y Alexander Asdrubal Celi Armijos fueron hallados en los baños del centro penitenciario, mientras que Carlos Daniel Acosta Cedeño e Iván José Girón Mosquera aparecieron colgados dentro de una celda del pabellón E.
Ante estos hechos, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI) ordenó el traslado urgente de 21 reclusos, presuntamente integrantes de la banda criminal Los Lobos, hacia otras cárceles del país, incluyendo el centro de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil.
Esta serie de muertes ocurre apenas días después de que el Ejército frustrara un intento de fuga y hallara explosivos alrededor del recinto penitenciario. La cárcel de Loja, que alberga a más de 750 internos, se ha convertido en un nuevo foco de tensión dentro del contexto del conflicto armado interno y el hacinamiento que afecta a todo el sistema carcelario del Ecuador.
