La noche del martes 11 de febrero fue marcada por una serie de crímenes violentos que dejaron a la ciudad de Guayaquil sumida en el miedo. Pasadas las 23:00, en la Cooperativa Primero de Agosto, Guasmo Central, el horror se desató cuando dos hombres fueron brutalmente asesinados a balazos dentro de una tricimoto. Las víctimas, que presentaban señales de haber sido maniatadas y amordazadas con cinta de embalaje, fueron encontradas abandonadas en el lugar, una escena que hiela la sangre.
El cuerpo de uno de los hombres fue alcanzado por 14 disparos, según las autoridades, quienes aún no han logrado identificar a las víctimas, estimando que tenían entre 28 y 35 años. La Policía sigue investigando, pero la violencia no cesó ahí.
En paralelo, otro ataque armado se produjo en el sector de Mucho Lote 1, al norte de Guayaquil, cerca de un centro comercial. Un hombre de 42 años perdió la vida y otro quedó gravemente herido tras ser atacados por cuatro sicarios que dispararon a quemarropa antes de escapar en un vehículo verde. Las autoridades llegaron al lugar, pero al parecer los asesinos lograron huir sin dejar rastro.
Más tarde, alrededor de las 22:00, la violencia golpeó de nuevo en el suroeste de la ciudad. En las calles Sedalana y la 29, una banda de sicarios en motocicleta abrió fuego contra un hombre de 30 años al pie de un local de comida rápida. Los disparos fueron tan intensos que obligaron a los clientes a huir en pánico, pero los asesinos no se detuvieron: regresaron para rematar a la víctima en plena acera.
La víctima fue trasladada al Hospital Abel Gilbert Pontón, donde, lamentablemente, los médicos confirmaron su muerte debido a 9 disparos. La escena fue acordonada y se recogieron los restos de bala mientras la policía iniciaba una operación de búsqueda sin obtener resultados.
Con estos eventos, la ola de violencia que azota a Guayaquil sigue sin freno, dejando a los ciudadanos en constante temor ante la creciente inseguridad.
