El caso que conmocionó a Guayaquil sigue revelando detalles cada vez más macabros. Andreína Geomara L., la mujer que admitió haber asesinado y descuartizado a su madre en su vivienda de Sauces 9, se encuentra nuevamente en el ojo del huracán. Ahora, la Fiscalía investiga su posible vínculo con la desaparición de Jennifer Banguera Cornejo, una de sus mejores amigas, reportada como desaparecida desde enero de 2022.
La historia tomó un nuevo rumbo el pasado 16 de octubre, cuando los agentes de Criminalística allanaron la casa de Andreína para levantar los restos de Martha Solís, su madre, encontrados en una lavadora y un tacho de plástico. En el operativo, los investigadores hallaron una tarjeta bancaria a nombre de Jennifer Banguera, lo que levantó sospechas sobre una posible segunda víctima.
Según el testimonio de los padres de Jennifer, la joven fue vista por última vez entrando a la vivienda de Andreína. Desde ese día, su rastro se perdió. Aunque al inicio recibían mensajes desde su teléfono, con frases como “estoy bien, no se preocupen”, el tono de los textos levantó dudas en su familia. “Queremos saber qué pasó realmente. Al principio parecía ella, pero luego los mensajes ya no eran los mismos”, dijo su madre entre lágrimas.
Durante las primeras indagaciones, Andreína habría dicho que su amiga se fue en un taxi, pero la versión no convenció a los investigadores ni a la familia de la desaparecida.
El caso de Andreína Geomara L. ha causado repulsión e impacto nacional, no solo por la brutalidad del crimen contra su madre, sino por el perfil psicológico que ha comenzado a perfilar la Fiscalía: una mujer con rasgos de frialdad extrema y una posible conexión con otros hechos violentos.
Por ahora, las autoridades realizan peritajes forenses y revisan registros telefónicos y bancarios para determinar si Jennifer Banguera fue víctima de la misma mujer que hoy enfrenta cargos por parricidio.
El crimen de Sauces 9 podría ser apenas la punta del iceberg de una historia más oscura de lo que se imaginaba.
