La Policía ha confirmado que cuentan con una línea investigativa sólida sobre el caso del sacerdote asesinado en Ambato, que no solo abarca su desaparición y posterior asesinato, sino que también incluye el robo en su domicilio ocurrido el 30 de octubre.
Según la Policía, ya han desarrollado una línea de investigación sólida que abarca tanto la desaparición y el posterior asesinato del sacerdote, como el robo ocurrido en su hogar el 30 de octubre.
«Esto quiere decir que el padre conocía a quienes fueron luego sus victimarios», indicó la Policía, que asegura tener registros de cámaras en las que se demuestra que el sacerdote «camina normalmente con estos ciudadanos».
La Policía tiene totalmente identificados a los sospechosos y ahora está esperando las boletas de detención para proceder con su arresto.
La Policía maneja como hipótesis principal que el robo fue el móvil del asesinato del sacerdote, aclarando que no se trató de un ataque aleatorio de delincuentes. En cambio, el clérigo, según las investigaciones, mantenía una relación cercana con al menos uno de los agresores, lo que le permitió confiarles información sobre su domicilio y rutinas diarias.
Además, se ha revelado que al menos uno de los sospechosos es de origen extranjero, lo que agrega un giro inesperado al caso.
El sacerdote colaboraba activamente en las celebraciones religiosas de la parroquia de Huachi Chico, ubicada en el sur de Ambato, capital de la provincia de Tungurahu