Una nueva masacre sacudió a Durán, provincia del Guayas este martes 8 de octubre. Cuatro jóvenes fueron acribillados y otro resultó gravemente herido.
El hecho ocurrió cerca del mediodía en la segunda etapa de El Recreo, en un callejón donde las víctimas se encontraban reunidas.
Testigos relataron que los atacantes, vestidos con atuendos similares a uniformes militares, fingieron realizar un operativo de seguridad en la zona. Al ingresar al callejón, obligaron a los jóvenes a arrodillarse y luego les dispararon sin piedad. Unos intentaron escapar, pero las balas los alcanzaron. En el lugar, las autoridades hallaron 28 restos de balas.
Los cuerpos de los fallecidos fueron encontrados cerca de una residencia. Según el informe de las autoridades, los agresores eran al menos diez personas, supuestamente parte del grupo Chone Killers, que se desplazaban en dos vehículos. Las víctimas, con edades de entre 18 y 30 años, formaban parte de la banda opuesta, Latin Kings, y estaban involucradas en el tráfico de sustancias, aunque carecían de antecedentes delictivos.
A pesar del estado de excepción y el toque de queda vigente en Durán, esta masacre revela la cruda realidad de la violencia que persiste en la ciudad. Un bloque de seguridad se encuentra activo en la zona y, poco antes del ataque, había reportado resultados positivos.
Este incidente evoca un suceso similar ocurrido hace poco más de un mes en la cooperativa 5 de Junio, donde cuatro jóvenes también perdieron la vida en un tiroteo. La lucha entre bandas continúa siendo un problema en esta región, a pesar de las estrategias implementadas por el Gobierno para hacerle frente.
Los familiares de los fallecidos exigen justicia mientras la policía prosigue con las investigaciones. Las autoridades aún no han dado detalles sobre posibles detenciones vinculadas a esta masacre, aunque se sospecha que los agresores habían planificado el ataque con anticipación.
Este incidente reaviva la preocupación en Durán y en todo el país debido al creciente nivel de violencia entre las bandas criminales, lo que mantiene a la población en un estado de inseguridad constante.