La selección de Ecuador escribió un nuevo capítulo en su historia futbolística al vencer 1-0 a Argentina en el estadio Monumental de Guayaquil, en la última jornada de las eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial 2026. Fue una noche cargada de emoción, polémica y simbolismo: Enner Valencia, capitán y máximo goleador de la Tricolor, disputó su partido número 100 y lo selló con el gol decisivo desde el punto penal.
El tanto llegó tras una falta cometida por Nicolás Otamendi sobre Ángelo Preciado, acción que además le costó la expulsión al zaguero argentino. Valencia no falló y devolvió el grito de gol al Monumental, que llevaba cuatro partidos consecutivos en silencio.
Un triunfo con sabor especial
La victoria cobra mayor relevancia: Ecuador no derrotaba a la Albiceleste desde el histórico 0-2 en Buenos Aires en 2015. Esta vez, lo hizo frente a su gente y en el año en que busca consolidarse entre las selecciones de élite en el ranking FIFA.
Sin embargo, la noche no estuvo libre de sombras. Moisés Caicedo, uno de los pilares del equipo, fue expulsado y se perderá el debut mundialista. Además, el arbitraje del colombiano Wilmer Roldán dejó un fuerte malestar por las faltas permitidas a favor de Argentina, que llegó sin Lionel Messi y nunca logró dominar a la Tri.

El reto mundialista
La clasificación ya estaba asegurada, pero este triunfo era crucial para sumar puntos que podrían ubicar a Ecuador en el bombo 2 del sorteo del Mundial. Esa ubicación significaría evitar un grupo con dos potencias y aumentar las posibilidades de avanzar en la cita que organizarán Estados Unidos, México y Canadá.
La falta de contundencia sigue siendo una preocupación: 14 goles en 17 partidos reflejan una ofensiva irregular. Pese a ello, la figura de Enner Valencia se agiganta. Con el gol de esta noche, llegó a 47 tantos y reafirmó su legado como máximo artillero de la selección.
La Tricolor cerró con victoria y esperanza, pero también con la advertencia de que el camino al Mundial 2026 exigirá no solo historia, sino efectividad.