El fútbol ecuatoriano vuelve a vestirse de luto. Miguel Nazareno, joven talento de la cantera de Independiente Juniors, fue asesinado en su propia casa en Guayaquil, según confirmó oficialmente el club Independiente del Valle, al que pertenece la filial.
A través de un comunicado difundido en sus redes sociales, la institución expresó su pesar: “La familia de Independiente del Valle lamenta profundamente el fallecimiento de Miguel Nazareno, jugador de nuestra cantera. Extendemos nuestras condolencias y apoyo a su familia y amigos en este momento tan doloroso.”
El club acompañó el mensaje con una fotografía del futbolista luciendo el número 10, símbolo de su talento y liderazgo en las divisiones menores. “Su recuerdo permanecerá siempre en el corazón de nuestra institución”, añadió el comunicado.
Hasta el momento, la Policía Nacional no ha revelado detalles sobre las circunstancias del crimen, pero el caso ha reavivado la preocupación por la ola de violencia que afecta a Ecuador y que en los últimos meses ha golpeado también al deporte.
Durante el reciente feriado de Difuntos, el país registró 12 asesinatos, una cifra menor a la del año pasado, cuando se reportaron 35 muertes en el mismo periodo. Sin embargo, la inseguridad continúa cobrando vidas en distintos ámbitos, incluyendo el fútbol profesional.
En lo que va del 2025, cuatro futbolistas han sido atacados con armas de fuego en diferentes ciudades del país:
16 de octubre, Portoviejo (Manabí): Brayan “Cuco” Angulo, delantero de Liga de Portoviejo, fue herido de bala cerca del estadio Reales Tamarindos.
19 de septiembre, Esmeraldas: Jonathan “Speedy” González, exseleccionado nacional, fue asesinado dentro de su vivienda.
10 al 12 de septiembre, Manta (Manabí): un ataque armado dejó muerto a Maicol Valencia (Exapromo Costa FC) y, días después, falleció Leandro Yépez por las heridas.
17 de septiembre, Machala (El Oro): Ariel Suárez, jugador de Orense, resultó herido en la cabeza durante un asalto armado, mientras su pareja quedó gravemente herida.
El asesinato de Miguel Nazareno ha causado consternación en el fútbol ecuatoriano y encendió nuevamente las alarmas sobre la inseguridad que afecta a los deportistas.
La comunidad futbolística exige respuestas y justicia, mientras el país se pregunta hasta cuándo la violencia seguirá arrebatando vidas jóvenes y truncando carreras llenas de futuro.
