Estados Unidos vive este 11 de septiembre de 2025 una jornada marcada por el dolor y la memoria. Se cumplen 24 años de los atentados terroristas del 11S, el día en que la red de Al Qaeda cambió para siempre el rumbo del país y del mundo. Casi 3.000 personas murieron en Nueva York, Washington y Pensilvania, pero la herida sigue abierta: más de 1.100 víctimas aún no han sido identificadas.
En la zona cero de Manhattan, familiares y sobrevivientes participarán en la lectura de los nombres de los fallecidos, acompañados de minutos de silencio en los momentos exactos en que los aviones impactaron contra las Torres Gemelas. Un ritual que se repite año tras año y que sigue estremeciendo al país entero.
El doctor Jason Graham, forense de Nueva York, recordó que el compromiso de devolver una identidad a cada víctima sigue vigente: “La misión no ha terminado, seguimos trabajando para dar paz a las familias que han esperado por más de dos décadas”.
Pero la tragedia no terminó en 2001. De acuerdo con el Museo Memorial del 11S, miles de bomberos, policías y ciudadanos expuestos al polvo tóxico han muerto en estos 24 años a causa de enfermedades derivadas de aquella jornada. Hoy, sus nombres también se suman a la memoria colectiva.
Al caer la noche, el cielo neoyorquino se iluminará con el famoso Tributo de Luz, dos haces azules que recrean la silueta de las Torres Gemelas y que se han convertido en un símbolo mundial de resiliencia.
Las ceremonias también se extenderán al Pentágono y a Shanksville, Pensilvania, donde el coraje de los pasajeros del Vuelo 93 evitó una tragedia aún mayor. El presidente Donald Trump encabezará el acto en el Pentágono, mientras que el vicepresidente James David Vance asistirá en Nueva York.
La seguridad ha sido reforzada tras recientes episodios de violencia política en el país, recordando que la amenaza sigue latente. A 24 años del ataque, el 11S no solo se conmemora como una tragedia, sino como un recordatorio de la vulnerabilidad y fortaleza de una nación que nunca olvida.
