El oro atraviesa un ciclo alcista sin precedentes y se perfila para alcanzar un nuevo récord en 2026, respaldado por la fuerte demanda global y la creciente presión fiscal en las principales economías. Tras haber superado por primera vez los USD 4.000 en 2025 y acumular un alza superior al 60 % en el año, el metal se consolida como el activo refugio más sólido frente a la volatilidad financiera.

Según una encuesta de Goldman Sachs a más de 900 inversionistas, un 36 % proyecta que el oro superará los USD 5.000 por onza en 2026, mientras otro tercio lo ubica entre USD 4.500 y 5.000. según Mining. Las compras de bancos centrales, las tensiones fiscales y la expectativa de recortes de tasas de interés sostienen este impulso prolongado.
Proyecciones de firmas como JPMorgan y Morgan Stanley refuerzan el escenario alcista: la primera estima USD 5.055 para finales de 2026, mientras la segunda proyecta USD 4.400 para finales de 2025. Todo apunta a que el oro seguirá siendo protagonista en la reconfiguración de portafolios globales y en la búsqueda de refugio frente a la incertidumbre económica.
