Un episodio de acoso sexual contra la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha provocado una ola de indignación en todo el país. Durante un recorrido por el Centro Histórico de la Ciudad de México, la mandataria fue sorprendida por un hombre que intentó besarla y la tocó sin su consentimiento, en plena vía pública y ante decenas de ciudadanos.
El incidente ocurrió la tarde del martes 4 de noviembre de 2025 y quedó registrado en varios videos difundidos en redes sociales. En las imágenes se observa cómo Sheinbaum saluda a las personas, cuando un hombre se aproxima, la abraza e intenta besarla en los labios, llegando a tocarla en el pecho. La presidenta reaccionó de inmediato, apartando su mano con firmeza.
Lo que más generó preocupación fue la ausencia visible de personal de seguridad alrededor de la mandataria, quien acostumbraba caminar entre la gente sin escolta aparente. El hecho se produce en un contexto de creciente violencia política, tras el reciente asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, lo que reaviva el debate sobre la protección de los líderes políticos en el país.
Las reacciones fueron inmediatas. Desde periodistas y activistas hasta figuras del Gobierno expresaron su rechazo. La titular de la Secretaría de la Mujer, Citlalli Hernández Mora, calificó el hecho como “una muestra del machismo normalizado” e instó a los hombres a asumir un rol activo en la construcción de una sociedad basada en el respeto y la igualdad.
De acuerdo con el Código Penal mexicano, el contacto físico no consentido constituye un delito de abuso sexual, sancionado con penas de uno a seis años de prisión. Horas después del suceso, el agresor fue detenido y puesto a disposición de la Fiscalía de Investigación de Delitos Sexuales de la Ciudad de México.
Para activistas feministas como la abogada Diana Luz Vázquez, el caso representa una oportunidad histórica para que la presidenta envíe un mensaje contundente contra la violencia machista y reafirme el compromiso del Estado con los derechos de las mujeres.
“Claudia Sheinbaum tiene la posibilidad de marcar un antes y un después —señaló Vázquez—, usando su voz y su investidura para poner límites claros frente a los hombres que violentan.”
El hecho ha encendido un debate nacional sobre el respeto, la seguridad y la responsabilidad social frente a la violencia de género, un tema que, pese a los avances legales, sigue siendo una deuda pendiente en México.