Alarma en el correísmo: crece la crisis interna mientras sus líderes buscan un salvavidas político

Cinco autoridades de la Revolución Ciudadana exigen a Rafael Correa retomar el liderazgo y cuestionan la gestión de Luisa González.

Lo que hace un tiempo era solo un murmullo aislado, ahora se ha convertido en una alarma encendida dentro de la Revolución Ciudadana (RC): el movimiento atraviesa una etapa de fractura interna, sin liderazgos visibles ni canales efectivos de diálogo.

Ante este silencio político, cinco figuras de peso —los prefectos Marcela Aguiñaga (Guayas), Paola Pabón (Pichincha), Leonardo Orlando (Manabí), Juan Lloret (Azuay) y el alcalde de Quito, Pabel Muñoz— decidieron actuar. Redactaron una carta urgente dirigida a Rafael Correa, con el objetivo de recuperar el diálogo directo y sin intermediarios. La misiva, que llegó a manos de algunos medios, revela la preocupación creciente por el rumbo del movimiento.

Los firmantes, quienes reconocieron públicamente el triunfo de Daniel Noboa en la segunda vuelta del 13 de abril, se han mantenido distantes del discurso de fraude impulsado por Luisa González, excandidata presidencial y actual directora del movimiento. A ella no se la ha visto acompañada por estas autoridades en sus últimas intervenciones, lo que refuerza la percepción de un quiebre político interno.

Paola Pabón reaccionó vía red social X, expresando su molestia por la filtración del documento:
«Lamento que una misiva personal se haya hecho pública, sin fecha ni contexto. Apelo a que, con la voluntad de todos, superemos este momento», escribió, confirmando que el documento fue enviado a Correa el 17 de julio de 2025.

Ese mismo día, Pabel Muñoz se pronunció también en X:
«Esta carta, interna, manifiesta que somos y seremos parte de la Revolución Ciudadana y que nos reconocemos en sus principios fundacionales. Plantea la necesidad de un profundo debate democrático a la interna, para tomar una posición unificada y orientadora frente a la sociedad».

Los firmantes consideran que el movimiento ha perdido la conexión con los problemas reales del país. Aunque sin nombrarla directamente, critican la gestión de Luisa González, a quien acusan de falta de apertura y escasa empatía para construir consensos.

No es la primera vez que se señalan estos problemas. La asambleísta Jhajaira Urresta, al anunciar su salida del bloque correísta el pasado 10 de junio, aseguró que fue víctima de insultos por parte de González. Según contó, las reuniones eran dominadas por la ex candidata, quien intervenía con tono autoritario y luego se retiraba sin permitir diálogo alguno.

Casos similares fueron denunciados por los legisladores Mónica Salazar y Sergio Peña, quienes también abandonaron la RC para sumarse a la bancada oficialista Acción Democrática Nacional (ADN).

Por eso, en su carta, las autoridades piden una transformación profunda y sin filtros dentro de la RC:
«Es hora de que la Revolución Ciudadana retome su esencia y se fortalezca desde sus cimientos. Permanecer en el movimiento no significa aceptar la indiferencia, sino exigir, con lealtad y dignidad, un liderazgo que nos represente de verdad».

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