El conflicto entre Israel e Irán ha cobrado fuerza, con un saldo trágico de más de 240 muertes. El Ministerio de Salud iraní confirmó que al menos 224 personas han fallecido, en su mayoría civiles. Por otro lado, Israel informó de 19 fallecidos y más de 100 heridos por los misiles lanzados por Irán desde el inicio de los ataques.
Las ciudades de Tel Aviv, Haifa y Jerusalén fueron atacadas en la reciente ola de bombardeos. Al menos cinco personas murieron durante la madrugada del lunes. Entre las víctimas se encuentran cuatro mujeres de una misma familia en Tamra y dos niños en Bat Yam.
El ministro de Exteriores israelí lanzó duras declaraciones contra Alí Jamenei, líder supremo iraní, a quien acusó de atacar civiles intencionalmente. El primer ministro Benjamin Netanyahu advirtió que Irán pagará un «precio muy alto» y pidió a los ciudadanos seguir las recomendaciones de seguridad.
Israel respondió con la Operación León Naciente, bombardeando infraestructura nuclear y militar en Irán. Según el Ejército israelí, se destruyeron 170 objetivos y 720 componentes militares. En respuesta, Irán lanzó misiles balísticos hacia el norte y centro de Israel.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) emitieron mensajes en farsi a los residentes de Teherán, advirtiendo que evacuaran áreas cercanas a instalaciones militares. “Su presencia junto a esta infraestructura pone en riesgo sus vidas”, indicaron.
El presidente israelí Isaac Herzog lamentó los ataques que han afectado a ciudadanos de distintas etnias y edades. Mientras tanto, Irán declaró que detendrá los ataques si Israel cesa su ofensiva militar. El canciller iraní acusó a Israel de cruzar una «línea roja» al atacar sus instalaciones nucleares.
Estados Unidos afirmó no estar implicado en los ataques, aunque Irán exigió a Washington asumir su responsabilidad. Las conversaciones nucleares entre ambos países, previstas para este domingo, están ahora en riesgo por el aumento de tensiones.
