En un esfuerzo por hacer frente a la creciente violencia desatada por organizaciones criminales, un avión proveniente de Estados Unidos aterrizó en Ecuador, llevando consigo asistencia para respaldar los esfuerzos del país sudamericano en la lucha contra el crimen. La información fue confirmada por el almirante Jaime Vela, jefe del comando conjunto de las Fuerzas Armadas, en una conferencia de prensa donde detalló que el vuelo, a cargo de una aeronave tipo Antonov, llegó la noche del lunes.
El contenido específico de la ayuda no fue detallado, pero Vela destacó que este apoyo se enmarca en un convenio entre Ecuador y Estados Unidos que ha estado en vigor desde el año anterior. Además, señaló que se está acelerando la llegada de esta colaboración. Una delegación de alto nivel de Estados Unidos, encabezada por Christopher Dodd, enviado especial para las Américas del presidente estadounidense, se encuentra actualmente en Quito para coordinar esfuerzos y evaluar las necesidades adicionales.
El almirante Vela informó que, además de Estados Unidos, otros 45 países están respaldando a Ecuador en sus esfuerzos para combatir la delincuencia, destacando la solidaridad internacional en esta lucha.
Las medidas extremas adoptadas por el presidente Daniel Noboa, incluida la declaración de conflicto bélico interno, han sido implementadas para hacer frente a la escalada de violencia criminal. El líder de la mayor organización criminal del país, Los Choneros, Adolfo Macías alias «Fito», y otro líder regional, Fabricio Pico, se encuentran prófugos desde principios de enero. El cerco sobre «Fito» se está estrechando, según las autoridades ecuatorianas, con la colaboración de inteligencia de Estados Unidos y Colombia.
En el contexto del estado de conflicto, las fuerzas combinadas de militares y policías han logrado reducir significativamente el número de muertes violentas diarias, pasando de 28 a 10 en lo que va del mes. Se mantiene un fuerte control en las cárceles, y los familiares de «Fito», expulsados desde Argentina, están siendo vigilados, aunque no enfrentan procesos judiciales en Ecuador.
