El sector camaronero enfrenta pérdidas millonarias diarias de más de $5 millones por cortes de energía sorpresivos

La falta de energía en las fincas camaroneras interfiere con el bombeo de agua, poniendo en riesgo las condiciones de oxígeno y la supervivencia del crustáceo.

Los cortes inesperados de energía podrían ocasionar pérdidas económicas que superarían los $5 millones diarios en el sector camaronero, según estimaciones de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA) en un comunicado emitido el 25 de septiembre.

“Si esta situación persiste, el sector podría acumular pérdidas de decenas de millones en pocas semanas, lo que comprometería no solo las exportaciones, sino también la producción interna de insumos y la supervivencia del camarón en las piscinas que dependen de los sistemas eléctricos”, advirtió el gremio.

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Esto ocurre porque la falta de energía en las fincas camaroneras interfiere con el bombeo de agua, poniendo en riesgo las condiciones de oxígeno y la supervivencia del crustáceo. Además, impacta a industrias que requieren tiempos mínimos para encender sus equipos, como la de fabricación de alimento para camarón. Lo mismo ocurre con las empacadoras, que deben planificar la recepción del producto para su clasificación, procesamiento, empaque y colocación en contenedores para la exportación.

“No contar con horarios definidos les impide organizar la logística y pone en riesgo el cumplimiento de compromisos con clientes. Las empacadoras también necesitan energía eléctrica para procesar y congelar el camarón a -18 °C, lo que requiere considerables volúmenes de energía. Este proceso es crucial para preservar la calidad del producto y cumplir con los estándares de seguridad alimentaria”, agregó la CNA.

 Durán y Yaguachi

Además, la CNA solicita un enfoque diferenciado en el racionamiento eléctrico por zonas categorizadas como industriales, como en los cantones Durán y Yaguachi de la provincia del Guayas.

El gremio argumenta que la demanda industrial en Durán es de 140 megavatios (MW), casi el doble que la residencial, que es de 80 MW, por lo que requiere un tratamiento especial en comparación con otras ciudades.

Asimismo, el sector propone limitar las interrupciones de energía para la industria a una sola vez al día, con el fin de minimizar el impacto en la productividad. También solicita que se anuncien con antelación las restricciones de energía para permitir una planificación eficiente de las operaciones industriales.

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