Cinco locales comerciales de La Bahía, el corazón del comercio en Guayaquil, fueron destruidos la noche del martes 3 de junio en un atentado con explosivos que sacudió a toda la ciudad.
El ataque ocurrió a las 22:30, cuando un sujeto descendió de una moto, colocó un artefacto y huyó segundos antes de la detonación. La explosión arrasó con casetas, lámparas, pancartas y dañó incluso viviendas y oficinas cercanas. El pánico se apoderó de la zona de Eloy Alfaro y Ayacucho, donde quedó claro que el crimen organizado no tiene límites.
Al lugar acudieron agentes metropolitanos, Policía preventiva, Criminalística y otras unidades especializadas. Entre los restos, encontraron panfletos, que ahora son clave en la investigación. Se desconoce si fueron colocados antes o durante el ataque.
Varios comerciantes permanecieron en el sitio pese al riesgo, temiendo saqueos. Uno de ellos, con indignación, dijo: «Esto ya se fue a las manos, con la policía, con el gobierno, con todos…»
Aunque la Policía evitó declaraciones oficiales, los comerciantes aseguran que este es el cuarto atentado con explosivos en menos de un mes. Las miradas apuntan nuevamente a la banda terrorista Los Lobos, señalada previamente por hechos similares en La Bahía y negocios de la calle Ayacucho.
Para agravar la situación, otro explosivo fue activado esa misma noche en un restaurante de las calles Argentina y la 20, en el suroeste de Guayaquil.