Después de años de lucha, Irán dio un paso histórico al suspender la ley que obligaba a las mujeres a usar el hiyab en espacios públicos. El anuncio fue hecho el 1° de junio por el presidente del Parlamento, Mohamed Bagher Ghalibaf, y aunque fue recibido con esperanza, también genera cautela.
Desde la revolución islámica de 1979, las mujeres debían cubrirse el cabello por ley, vigiladas por la llamada policía de la moral, una norma que organizaciones de derechos humanos han criticado duramente.
En los últimos años, la lucha feminista y las protestas se intensificaron, especialmente tras la muerte de Mahsa Amini en 2022, que fue un punto de quiebre en la exigencia de mayor libertad para las mujeres iraníes.
Este cambio no solo fue simbólico por la medida en sí, sino también por cómo se difundió: en la televisión francesa, la activista Henda Ayari apareció sin hiyab, representando esta nueva etapa de transformación social.
«Quería que este gesto, este grito de liberación, fuera visto por millones de personas en Francia pero también en todo el mundo, para dar fuerza, coraje y esperanza a las mujeres. Para hacerles saber que no están solas. Tienen derecho a vivir libres, con la cara revelada, orgullosas, de pie»
Expresó
La frase de la activista Henda Ayari se volvió viral en redes sociales y se interpretó como un símbolo de valentía y esperanza para muchas mujeres en Irán.
❤️🔥“Quería expresar mi propia revolución”, dijo la activista, Henda Ayari, en referencia al acto simbólico de quitarse el hiyab durante un programa de la televisión francesa.
— Ruda (@ruda_gt) June 2, 2025
La semana pasada, Irán suspendió una ley que obligaba a las mujeres a usar el hiyab en público y que… pic.twitter.com/BKcFuomqjn
La reciente suspensión del uso obligatorio del hiyab significa que ya no se aplicarán sanciones a quienes decidan no usarlo en público. Sin embargo, la ley que lo establece no ha sido derogada, por lo que podría volver a ser aplicada en el futuro.
Para muchas mujeres iraníes, esta medida representa un alivio y un paso adelante después de años de sentirse vigiladas, limitadas o castigadas por mostrar su cabello. Es también una victoria simbólica del movimiento feminista iraní, que ha resistido durante décadas con protestas, campañas en redes y manifestaciones.
A pesar de esto, expertos y activistas advierten que es solo un primer paso. El control sobre la vestimenta femenina sigue siendo una forma de represión, y existen otras leyes restrictivas que limitan la libertad de las mujeres. Además, el régimen podría revertir la suspensión si considera que su poder está en riesgo.
Aunque no significa libertad total, esta suspensión abre una grieta en un sistema rígido. Cada vez son más frecuentes las imágenes de mujeres caminando sin velo en público, y el gesto de Ayari queda como una postal histórica de este cambio incipiente.