La noche de este miércoles 3 de septiembre, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, aterrizará en el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito bajo estrictas medidas de seguridad coordinadas entre las Fuerzas Armadas del Ecuador, la Policía Nacional y el Departamento de Estado norteamericano.
La operación contempla unidades élite, equipos de comunicación de última generación y un cerco de seguridad que resguardará cada paso del funcionario desde Tababela hasta su hotel en la capital. Aunque no se han revelado cifras ni alcances del despliegue, el ministro del Interior, Jhon Reimberg, aseguró que “todo está listo” para su llegada.
El verdadero punto central será este jueves a las 09:00, cuando Rubio y el presidente Daniel Noboa se reúnan en el Palacio de Carondelet, cita que obligará a restringir el acceso a la Plaza de la Independencia y reforzar la vigilancia militar en el Centro Histórico de Quito.
La agenda oficial, descrita como clave para la relación bilateral, se centrará en tres ejes: seguridad, migración y economía. Tras la reunión con Noboa, Rubio mantendrá conversaciones con ministros de Estado y los alcaldes de Quito, Guayaquil y Cuenca, encuentros en los que se espera definir compromisos estratégicos de cooperación.
La llegada del secretario de Estado marca un nuevo capítulo en el acercamiento entre Quito y Washington, una relación que en los últimos meses ha tomado mayor protagonismo con múltiples reuniones de alto nivel.
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