La cárcel de Esmeraldas vive momentos críticos con la confirmación de la posible fuga de 48 privados de la libertad, tras una verificación de la lista de reclusos realizada el 14 de enero de 2024. La intervención, llevada a cabo por militares y policías, resultó en el decomiso de armas, drogas, electrodomésticos y otros objetos. Sin embargo, la ausencia de 48 personas de un total de 1,375 registradas generó preocupación.
La Policía Nacional y las Fuerzas Armadas realizaron otra revisión exhaustiva en el Centro de Rehabilitación Social (CRS) de Varones de Esmeraldas, durante la cual se confirmó la fuga de estos reclusos. En un operativo paralelo, se llevó a cabo un controvertido desalojo de pertenencias de los internos, según videos compartidos en redes sociales. Se observa el retiro de todas las pertenencias, dejando a los reclusos únicamente en sus bóxers, con la ayuda de volquetas y retroexcavadoras.
Este despliegue liderado por las Fuerzas Armadas y la Policía ha generado indignación entre los familiares de los reclusos restantes. La situación plantea interrogantes sobre la coordinación de acciones y la transparencia en la gestión de crisis en el sistema penitenciario de Esmeraldas. Se espera información oficial de las autoridades competentes sobre los motivos detrás de estas medidas y las acciones a seguir para abordar la situación en la cárcel de Esmeraldas.
