Estaba cumpliendo su jornada como cualquier otro día, pero la violencia le arrebató la vida. Un joven de 19 años fue brutalmente asesinado la noche del martes 22 de julio mientras trabajaba en un taller mecánico en el suroeste de Guayaquil, en la calle Alcedo, entre la 17 y la 18.
Según testigos, dos sicarios a bordo de una motocicleta llegaron al lugar y dispararon más de diez veces contra su objetivo. La víctima murió en el acto. Otros dos trabajadores resultaron heridos y fueron trasladados a un hospital con impactos de bala en los pulmones.
El ataque ocurrió alrededor de las 19:00, ante la mirada atónita de vecinos y clientes. “El muchacho solo estaba trabajando. Dispararon sin piedad”, contó uno de los testigos, aún impactado. Versiones extraoficiales indican que el joven ya había recibido amenazas días atrás. “Hace poco tuvo roces con unos jóvenes problemáticos”, añadió un vecino.
Peritos de Criminalística levantaron diez casquillos en el lugar y retiraron el cuerpo pasadas las 21:00. Los heridos permanecen bajo atención médica, y hasta el momento no hay detenidos.
Este nuevo hecho de sangre se suma a la alarmante cifra de más de 1.600 muertes violentas en la Zona 8 durante 2025, una región que comprende Guayaquil, Durán y Samborondón, y que sigue marcada por el creciente poder del crimen organizado.