Tras más de tres horas de diálogo en la base militar de Elmendorf-Richardson, en Anchorage (Alaska), la esperada reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, cerró sin un acuerdo definitivo para frenar la guerra en Ucrania, aunque ambos líderes coincidieron en que hubo “avances significativos”.
Trump calificó el encuentro como “extremadamente productivo”, pero reconoció que “no hay acuerdo hasta que exista un verdadero compromiso”. Adelantó que informará a los países de la OTAN y al gobierno ucraniano sobre los resultados de la conversación, que describió como una reunión preliminar para medir la disposición de Moscú hacia una eventual paz.
Trump en serio hizo volar aviones de combates y bombarderos en la cabeza de Putin
— Molotov (@ipoolgian) August 15, 2025
Es un demente e hizo incomodar a Putin. pic.twitter.com/rGsy6rCYTk
Por su parte, Putin aseguró estar “sinceramente interesado” en poner fin al conflicto, aunque insistió en que primero se deben resolver las “causas de fondo” del enfrentamiento, señalando los supuestos agravios históricos y políticos de Ucrania hacia Rusia.
Este fue el primer cara a cara entre Trump y Putin desde 2019, lo que incrementó las expectativas globales. La reunión se desarrolló en un clima de hermetismo: participaron solo un reducido grupo de asesores, entre ellos el secretario de Estado Marco Rubio y el canciller ruso Serguéi Lavrov.
Pese a que no hubo anuncio de alto el fuego, Trump se mostró satisfecho con el resultado, subrayando que este encuentro marca el inicio de una nueva fase diplomática entre Washington y Moscú.