El Gobierno de Daniel Noboa continúa con una reconfiguración acelerada de su equipo político tras los resultados de la consulta popular y referéndum del 16 de noviembre. En medio de estos cambios, Álvaro Gonzalo Rosero León fue designado este martes 18 de noviembre como nuevo ministro de Gobierno, convirtiéndose en el quinto funcionario en asumir esta cartera desde el inicio de la administración.
Rosero, reconocido radiodifusor, llega al ministerio tras una larga trayectoria en medios. Es accionista de Radio Democracia y Radio EXA, esta última emisora donde hasta el lunes integraba el equipo del programa “El Show de la Papaya”. Su nombramiento marca un giro hacia perfiles con alta exposición pública y manejo de diálogo ciudadano, una tarea clave en la actual coyuntura política.
El cargo que asume Rosero estaba ocupado por Zaida Rovira, quien pasa a liderar el recién renombrado Ministerio de Desarrollo Humano —antes MIES— una institución que ella ya dirigió en el pasado. Antes de ambos, la cartera de Gobierno estuvo en manos de Mónica Palencia, Arturo Félix Wong y José De la Gasca.
Un remezón político tras la consulta popular
La designación de Rosero forma parte de una serie de siete cambios oficiales dentro del gabinete ministerial y otras dependencias del Ejecutivo, anunciados este martes. Estos relevos se producen mientras el gobierno intenta reorganizar su estructura interna luego del rechazo ciudadano a las cuatro preguntas propuestas en la consulta, incluida la iniciativa de una Asamblea Constituyente.
Siguiendo la tradición posterior a procesos electorales, todos los ministros y altos funcionarios pusieron sus cargos a disposición del presidente. Desde la Secretaría General de Comunicación se aseguró que esta práctica es habitual, aunque la magnitud de los movimientos en curso refleja la necesidad del Gobierno de recomponer su frente político.
Con Rosero al frente del Ministerio de Gobierno, el Ejecutivo busca reforzar el diálogo, la gestión de conflictos y la gobernabilidad en un escenario marcado por tensiones sociales y desgaste político.
